martes, 17 de junio de 2014

Conexión Sideral.


Casi como en una necesidad básica mas, se convirtieron mis ganas de saber algo de vos diariamente.
Vivo cada instante con el deseo de poder saber que todavía estas esperándome.

Deambulo en la incertidumbre, vago perdido en el desconcierto, como en una laberinto Borgeano, me pierdo pensando...pensando en vos.
Transito con cara de estar buscando algo, pero en realidad no busco nada, por que el que busca siempre encuentra, y yo no se si estoy en condiciones o si tengo la valentía necesaria para encontrar.

Por eso prefiero que se diga que camino con cara de esperanzado, una esperanza que se me hizo piel, que me robo mas de un sueño y que muchas veces preferí perderla, tontamente.

Por una orilla, voy caminando, mirando de reojo, a la espera de una certeza que me estalle en el oído, con palabras que hablen de vos, decenas de palabras que me digan que estas bien y que tu sonrisa no se apago, que seguís teniendo los mismos hoyuelos que me hablaban del amor, y me hacían creer en la eternidad.

Necesito que todo eso que hablamos del futuro, se vuelva alcanzable, quiero ver ese destello de luz filtrado por abajo de la puerta, y que me cegué los ojos y que me duela la cien y que me suden las manos y se me entre corte la voz. Quiero verte a vos al otro lado del camino y correr a tus brazos.

Necesito tener algo en que creer, para aferrarme, para no caer, y eso en lo que creo esta detrás de tus ojos humedecidos por el llanto. Creo en tu ultima mirada.


jueves, 20 de marzo de 2014

Destartalado.


Hoy es un buen día para cuestionar a "Dios" en toda su magnitud.
Al de las cosas justas, El que todo lo ve, y lo perdona,

El, que hace y deshace a gusto y placer.

Hoy, a nuestro Dios, no le entenderíamos sus fundamentos (si es que tiene).
Le preguntaríamos ¿por que? pero nada, nada, lograra convencernos.
Que no pretenda que entendamos, el por que de sus actos.
Si parece que se lleva más a los buenos, que a los malos.
Y no me vengan con ese "allá", y esa eternidad, donde no existen los dolores, donde todo va a ser mejor,
a mi déjamelos en mi equipo, que los quiero escuchar reír de cerca, no me conforma una foto, no me conforma un recuerdo, quiero poder leerles esto que escribo.

¿Quien nos cura el pecho a los que quedamos de este lado,
por que tenemos que soportar este ardor?
Por cada ángel que deja de pisar suelo firme,
son muchos los que quedan tirados,
atornillados al dolor, secándose por dentro, como un racimo de flores al sol.

Yo  acá estoy, en ningún lugar, destartalandome de tristeza, no por los que se fueron,
tristeza, por los que están, los que cargan con esto que cargo yo, a duras penas.
Por lo que se quedaron, recordando... extrañando...
un poco más, en cada día, y todo el día, siempre más.

Mañana va a ser un buen día, para agradecerle a "Dios" que nos deja seguir jugando,
en este suelo, donde está lo bueno, y está lo malo,
y aun, cuando creas que estas hundido, la tenes que seguir luchando, (como te salga)
por todos esos que ya no la pueden seguir remando.

jueves, 13 de febrero de 2014

La ultima Noche Buena.


 Se acercan las fiestas, y todos venimos con abundante cansancio sobre el lomo, razón  de un año duro, un año raro. El primero desde que vos no estas. Me pongo a pensar en navidades pasadas y se va el sueño de este martes de madrugada, Camara de comercio, Sociedad francesa o vasca cualquiera que haya sido todo juntos reunidos, una numerosa familia, de la que nunca me termine de aprender todos los nombres y nunca supe cada uno de los lazos, para mi el árbol, siempre fuiste vos y tere, de ahí tendíamos nosotros como unos pequeños y verdes limones.
Uno se pone grande, los almanaques se arranca solos, vuelan con el viento, sobre el aire. y no nos damos cuenta, o no tiene sin cuidado. De la infancia me acuerdo contadas cosas, pero en muchas, aunque puedan ser pocas, estas vos y eso es mucho.
Mediodías soleados, donde uno a uno ibamos entrando al salón donde, con una mezcla de cansancio (algunos resaca) y las buenas vibras que siempre traen las fiestas nos juntábamos a celebrar. Los de buenos aires, alguno de Entre Rios que venian. Cada padre con su hijo, hermanos,amigos, novios, suegras,  primos, el primo del primo de alguna tía y cualquiera que tenga minimamente algo que ver con alguno de todos los que estábamos ahí, cada vez eramos mas, hasta que un día fuimos algunos pocos, con la misma naturalidad con la que se esconde el sol y sale la luna, esa naturalidad con que las cosas se transforman y uno trata de adaptarse para no quedarse mirando de reojo, con cara de nada.
También están en mi cabeza esos Diciembre en tu casa, vos siempre en el fondo, alla atras en tu viejo patio, haciendo el lechón de turno, la abuela en la cocina, preparando todo y mirándote por la ventana, con las cortinas abiertas de par en par, para no perder ningún detalle, nosotros los mas chicos, corriendo por ahí, molestando a "guagua", o explotando chaka-chakas en la vereda y siempre habria uno, preguntandose por Papa Noel, por cuando vendrá.
Ellos los mas grandes, discutiendo de política, eso nunca podía faltar, Peron, Eva, Evita y cuanto peronista de turno ande merodeando, siempre eran parte de la sobremesa. Tu casa rebalsada de gente, como siempre te gusto verla, colchones en la pieza de cocer, valijas por el piso, a pesar de todo siempre quedaba un rincón para el pino (de verdad) de la abuela.
Tablón rectangular, caballetes de hierro, banco de madera de algún pino, las banquetas para los mas pendejos y reposeras celeste para los viejos. Y nada de empresas de catering, cada uno aportaba lo suyo y a compartir, estilo kermes. Nada podia derperdiciarse,  que al otro día había que ir a la casa de la Tía Nydia o Tía Clady (para mi siempre fue la misma casa).
Mientras escribo, borro y reescribo, puedo verte a vos, entrando desde el fondo con tu delantal de jeans algo engrasado, una camiseta blanca, mas blanca que el algodón, con una cuchilla en una mano y en la otra la bandeja de loza que todos esperábamos, te veo dejándola en poder de alguna de las mujeres, al instante te llenas un vaso con Cinzano, Terma y hielo. Volves a salir, para que nadie quede sin ser atendido. La cabecera queda vacía esperándote, yo sigo esperándote,  pero nunca fue fácil hacerte sentar. Pasaron muchas fiestas, muchos veranos en el quincho de vialidad, tardes enteras yendo de lo de la tia mari, o esperándolos en casa, muchas cosas que me contaron y otras que como ya te dije no me acuerdo.
Caen los días como flechas, y yo te pienso mas, supongo que hace un año, no había caído en la cuenta en esa primer noche buena que no estabas, y así seria por siempre. Ya no vas a estar sentado en la mesa a la derecha de la abuela, como cada vez que podías, en silencio, y de brazos cruzados, amargándote de algo, y sonriéndote por tanto.

Vos sentado, con los pies en la vereda, en el frente de la casa de susana, sobre avenida Belgrano, como un espectador de la vida, con el pelo gris, y una mancha color vino tinto en la muñeca, tu chaleco azul que te cubre el pecho y los zapatos lustrados, esperando a nadie, pendiente de todos. Siempre.
Con una taza de café en la mano,y sonriendo con cada uno de los 17 músculos que se contraen por sonrisa y te hacen borrar las arrugas, una a una de la cara.
Sentado ahí, al borde del escalón, en la cornisa de la vida, sin decir nada pero entendiendo todo.
Me dicen "se vienen las fiestas" y me rebota esa foto en la cabeza, y sueño... y antes de salir de ese sueño y de esa foto,  la veo a Mama sentada, exactamente un año después, casi sobre la sombra que dejaste, su cuerpo esta ahí, pero ella no, tiene la mirada perdida y los ojos vidriosos preguntándose por vos, y yo sin el coraje suficiente para abrazarla, pero la pudiéndola sentir, busco secar mis lagrimas en los ojos de Pedrito que es feliz y sin saber porque.

Me pongo a escribir mas cartas que Frida Kahlo a Diego Rivera si alguien me da la esperanza de que esta navidad estés levantando tu copa en algún rincón de la casa de la tía susana, le regalo un cajón de cerveza a la tia cladys y juego con los hijos de Caro toda la noche, Juro que me hago de racing como Leo y Felipe o salgo a saludar con mama a todas sus amigas, casa por casa, por todo el pueblo. Te lo juro Negro.