lunes, 27 de noviembre de 2017

Antes de que nuestros viejos sonrían juntos por primera vez, nosotros dos ya eramos amigos.
Dos amigos con la misma frescura de un roció, dos pequeños a los que la amistad le resultaba incomoda, como todo lo que venia de la otra vereda. Porque asi estaba escrito, porque la sociedad asi nos educaba, el rosa por un lado el celeste por el otro, nene y nena que se llevan bien, se tienen que gustar, punto es así y anda a pedirle explicaciones a magoya.

Antes, hace mucho, cuando todavía ninguno de los dos había leído en ninguna revista, ni había escuchado en ninguna canción, eso de que no existe la amistad entre la nena y el varón, nosotros ya sabíamos que esa no la íbamos a creer, y nos reíamos y nos vamos a seguir riendo.
Antes que todo eso pasara, cuando no sabíamos lo que era sufrir, cuando no necesitábamos curarnos el uno con el otro, cuando todavía no nos podían lastimar, cuando nos sentiamos super-heroes, invencibles, cuando no sabiamos lo que era extrar, ni llorar por amor, mucho antes que eso, para mi, que ya eramos amigos. Amiga.

Puedo engañar al mundo, pero no te puedo engañar a vos.
Sin necesidad de pronunciar una palabra, casi sin ningún movimiento, casi sin mirarnos a la cara, podemos entender que es lo que pasa.

Hace unos años aprendí, como esas cosas que uno aprende de prepo y nunca se olvidan, no se como a andar en bicicleta, o hacerle el moño a las zapatillas por ejemplo, bueno hace unos años aprendí a quererte, y entendí que tengo un motivo mas para estar feliz y es cuando vos sos feliz, y tambien me nace una razón para estar triste cuando vos estas mal, porque no consigo separar, lo tuyo de lo mio y para mi que eso es quererte.

Amiga: cuando nuestros viejos se miraron por ultima vez a los ojos, nosotros nos dimos cuenta de que íbamos hacer amigos para toda la vida.

martes, 17 de junio de 2014

Conexión Sideral.


Casi como en una necesidad básica mas, se convirtieron mis ganas de saber algo de vos diariamente.
Vivo cada instante con el deseo de poder saber que todavía estas esperándome.

Deambulo en la incertidumbre, vago perdido en el desconcierto, como en una laberinto Borgeano, me pierdo pensando...pensando en vos.
Transito con cara de estar buscando algo, pero en realidad no busco nada, por que el que busca siempre encuentra, y yo no se si estoy en condiciones o si tengo la valentía necesaria para encontrar.

Por eso prefiero que se diga que camino con cara de esperanzado, una esperanza que se me hizo piel, que me robo mas de un sueño y que muchas veces preferí perderla, tontamente.

Por una orilla, voy caminando, mirando de reojo, a la espera de una certeza que me estalle en el oído, con palabras que hablen de vos, decenas de palabras que me digan que estas bien y que tu sonrisa no se apago, que seguís teniendo los mismos hoyuelos que me hablaban del amor, y me hacían creer en la eternidad.

Necesito que todo eso que hablamos del futuro, se vuelva alcanzable, quiero ver ese destello de luz filtrado por abajo de la puerta, y que me cegué los ojos y que me duela la cien y que me suden las manos y se me entre corte la voz. Quiero verte a vos al otro lado del camino y correr a tus brazos.

Necesito tener algo en que creer, para aferrarme, para no caer, y eso en lo que creo esta detrás de tus ojos humedecidos por el llanto. Creo en tu ultima mirada.


jueves, 20 de marzo de 2014

Destartalado.


Hoy es un buen día para cuestionar a "Dios" en toda su magnitud.
Al de las cosas justas, El que todo lo ve, y lo perdona,

El, que hace y deshace a gusto y placer.

Hoy, a nuestro Dios, no le entenderíamos sus fundamentos (si es que tiene).
Le preguntaríamos ¿por que? pero nada, nada, lograra convencernos.
Que no pretenda que entendamos, el por que de sus actos.
Si parece que se lleva más a los buenos, que a los malos.
Y no me vengan con ese "allá", y esa eternidad, donde no existen los dolores, donde todo va a ser mejor,
a mi déjamelos en mi equipo, que los quiero escuchar reír de cerca, no me conforma una foto, no me conforma un recuerdo, quiero poder leerles esto que escribo.

¿Quien nos cura el pecho a los que quedamos de este lado,
por que tenemos que soportar este ardor?
Por cada ángel que deja de pisar suelo firme,
son muchos los que quedan tirados,
atornillados al dolor, secándose por dentro, como un racimo de flores al sol.

Yo  acá estoy, en ningún lugar, destartalandome de tristeza, no por los que se fueron,
tristeza, por los que están, los que cargan con esto que cargo yo, a duras penas.
Por lo que se quedaron, recordando... extrañando...
un poco más, en cada día, y todo el día, siempre más.

Mañana va a ser un buen día, para agradecerle a "Dios" que nos deja seguir jugando,
en este suelo, donde está lo bueno, y está lo malo,
y aun, cuando creas que estas hundido, la tenes que seguir luchando, (como te salga)
por todos esos que ya no la pueden seguir remando.

jueves, 13 de febrero de 2014

La ultima Noche Buena.


 Se acercan las fiestas, y todos venimos con abundante cansancio sobre el lomo, razón  de un año duro, un año raro. El primero desde que vos no estas. Me pongo a pensar en navidades pasadas y se va el sueño de este martes de madrugada, Camara de comercio, Sociedad francesa o vasca cualquiera que haya sido todo juntos reunidos, una numerosa familia, de la que nunca me termine de aprender todos los nombres y nunca supe cada uno de los lazos, para mi el árbol, siempre fuiste vos y tere, de ahí tendíamos nosotros como unos pequeños y verdes limones.
Uno se pone grande, los almanaques se arranca solos, vuelan con el viento, sobre el aire. y no nos damos cuenta, o no tiene sin cuidado. De la infancia me acuerdo contadas cosas, pero en muchas, aunque puedan ser pocas, estas vos y eso es mucho.
Mediodías soleados, donde uno a uno ibamos entrando al salón donde, con una mezcla de cansancio (algunos resaca) y las buenas vibras que siempre traen las fiestas nos juntábamos a celebrar. Los de buenos aires, alguno de Entre Rios que venian. Cada padre con su hijo, hermanos,amigos, novios, suegras,  primos, el primo del primo de alguna tía y cualquiera que tenga minimamente algo que ver con alguno de todos los que estábamos ahí, cada vez eramos mas, hasta que un día fuimos algunos pocos, con la misma naturalidad con la que se esconde el sol y sale la luna, esa naturalidad con que las cosas se transforman y uno trata de adaptarse para no quedarse mirando de reojo, con cara de nada.
También están en mi cabeza esos Diciembre en tu casa, vos siempre en el fondo, alla atras en tu viejo patio, haciendo el lechón de turno, la abuela en la cocina, preparando todo y mirándote por la ventana, con las cortinas abiertas de par en par, para no perder ningún detalle, nosotros los mas chicos, corriendo por ahí, molestando a "guagua", o explotando chaka-chakas en la vereda y siempre habria uno, preguntandose por Papa Noel, por cuando vendrá.
Ellos los mas grandes, discutiendo de política, eso nunca podía faltar, Peron, Eva, Evita y cuanto peronista de turno ande merodeando, siempre eran parte de la sobremesa. Tu casa rebalsada de gente, como siempre te gusto verla, colchones en la pieza de cocer, valijas por el piso, a pesar de todo siempre quedaba un rincón para el pino (de verdad) de la abuela.
Tablón rectangular, caballetes de hierro, banco de madera de algún pino, las banquetas para los mas pendejos y reposeras celeste para los viejos. Y nada de empresas de catering, cada uno aportaba lo suyo y a compartir, estilo kermes. Nada podia derperdiciarse,  que al otro día había que ir a la casa de la Tía Nydia o Tía Clady (para mi siempre fue la misma casa).
Mientras escribo, borro y reescribo, puedo verte a vos, entrando desde el fondo con tu delantal de jeans algo engrasado, una camiseta blanca, mas blanca que el algodón, con una cuchilla en una mano y en la otra la bandeja de loza que todos esperábamos, te veo dejándola en poder de alguna de las mujeres, al instante te llenas un vaso con Cinzano, Terma y hielo. Volves a salir, para que nadie quede sin ser atendido. La cabecera queda vacía esperándote, yo sigo esperándote,  pero nunca fue fácil hacerte sentar. Pasaron muchas fiestas, muchos veranos en el quincho de vialidad, tardes enteras yendo de lo de la tia mari, o esperándolos en casa, muchas cosas que me contaron y otras que como ya te dije no me acuerdo.
Caen los días como flechas, y yo te pienso mas, supongo que hace un año, no había caído en la cuenta en esa primer noche buena que no estabas, y así seria por siempre. Ya no vas a estar sentado en la mesa a la derecha de la abuela, como cada vez que podías, en silencio, y de brazos cruzados, amargándote de algo, y sonriéndote por tanto.

Vos sentado, con los pies en la vereda, en el frente de la casa de susana, sobre avenida Belgrano, como un espectador de la vida, con el pelo gris, y una mancha color vino tinto en la muñeca, tu chaleco azul que te cubre el pecho y los zapatos lustrados, esperando a nadie, pendiente de todos. Siempre.
Con una taza de café en la mano,y sonriendo con cada uno de los 17 músculos que se contraen por sonrisa y te hacen borrar las arrugas, una a una de la cara.
Sentado ahí, al borde del escalón, en la cornisa de la vida, sin decir nada pero entendiendo todo.
Me dicen "se vienen las fiestas" y me rebota esa foto en la cabeza, y sueño... y antes de salir de ese sueño y de esa foto,  la veo a Mama sentada, exactamente un año después, casi sobre la sombra que dejaste, su cuerpo esta ahí, pero ella no, tiene la mirada perdida y los ojos vidriosos preguntándose por vos, y yo sin el coraje suficiente para abrazarla, pero la pudiéndola sentir, busco secar mis lagrimas en los ojos de Pedrito que es feliz y sin saber porque.

Me pongo a escribir mas cartas que Frida Kahlo a Diego Rivera si alguien me da la esperanza de que esta navidad estés levantando tu copa en algún rincón de la casa de la tía susana, le regalo un cajón de cerveza a la tia cladys y juego con los hijos de Caro toda la noche, Juro que me hago de racing como Leo y Felipe o salgo a saludar con mama a todas sus amigas, casa por casa, por todo el pueblo. Te lo juro Negro.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mecánica 74`

El tramontina aferra sus dientes al ombligo haciendo una grieta sobre su piel cubierta de poros, naturalmente cálida, el índice derecho presiona desde el lomo de ese cuchillo, acompañando siempre por un pulgar que se ocupa de marcar el movimiento, de llevar el trazo parejo sin perder el tiempo ni las formas.
La mano izquierda, la siempre olvidada, la que vive en un eterno y aburrido segundo plano, la que nunca se tiene en cuenta, esa a la que todo le cuesta el doble por que el humano así lo estipulo naturaleza, es indispensable para hacer que gire sobre sobre su eje, para que el pulgar derecho no se sienta solo,como remando en dulce de leche, y para que no pierda la fuerza. La mano izquierda esta ahí aportando cada uno de sus dedos, ella hace que el cuchillo recorra esa silueta de derecha a izquierda, de norte a sur, como en una milonga acariciando su cintura.
La mirada fija, penetrándola, perforandola, para desnudarla por completo, los labios húmedos, se relamen por que ya conocen el fin de la historia, porque saben que una vez que el cuchillo desgarre por completo su gruesa piel, una vez que quede desnuda y desprotegida, justo ahí, después de que el cuchillo quite sus puntiagudos dientes que tan hondo cavaron la herida, después de que este quede inmóvil, con gotas recorriéndole su perfil de acero inoxidable, ese acero que refleja un par de ojos color capuccino, llorosos por la brisa que corre desde el patio de invierno hasta el comedor, justo ahí, cuando el mantel con margaritas blancas y amarillas empiece a ser mojado por las gotas, finitas como las del roció, que se van escurriendo una a una.
Sera ese el momento preciso para clavarle los dedos, hasta lo mas profundo, con cada falange, sujetar con ambas manos, cubriendo por completo la circunferencia y tirar con la suficiente fuerza para abrir la herida de par en par, hasta descuartizarla en pedazos iguales, y desgarrar uno a uno los gajos que van quedando.

Solo resta, acomodar prolijamente, casi tan perfecto como si de una obra de arte se tratase, sobre la porcelana fría, algo pálida, los trozos que fueron desvaneciéndose del cuerpo.

Disfrutar, llevando cada pedazo a la boca y saboreándolos con todo el paladar, secarse las comisuras, que para esta altura, estarán empapadas por el propio jugo. Continuar bocado tras bocado hasta que la nada misma vuelva a verse reflejada sobre el fondo de la fría y pálida porcelana que algún artesano convirtió en plato. Quedarán rastros de piel, quedarán charcos de jugo y semillas de una naranja que ya no esta. Y a mi me quedará el recuerdo tuyo y la sensación de que estás conmigo, como con cada naranja que ya comí y con cada una que estoy por comer.
Como cuando preparo soda en el viejo sifón drago, como cuando veo pasar tren,
allí también te recordare.

martes, 3 de diciembre de 2013

Florencia



Esta científicamente comprobado por mi, que por cada grupo de mujeres hay no menos de una Florencia y no existe quien no haya sufrido un caso de "Florencia" en su vida, el nombre es un detalle. "Florencista" somos todos. Ahí va este.

El amor es adrenalina, es encuentro, pero muchas mas veces desencuentro. Nadie tiene el timing preciso.
Cuando ella viene, vos ya fuiste a buscarla miles de veces. Y te cacheteo la soledad. Y se te cago de risa el destino. Se puede elegir todo, menos el momento, El Tiempo, el no se acomoda a nadie, sos vos el que tiene que adaptarse. "si el tiempo se perdió" ¿para que vas a seguir esperando? si no salimos a buscarnos juntos, nos vamos a encontrar con asuntos cambiados, el tiempo no tiene tiempo que perder. Valga la puta redundancia, no se frena a preguntarte si necesitas que vaya mas lento o te hace un guiño cómplice para que encuentres la ocasión.
Y si nuestro punto de encuentro no esta marcado en ningún mapa, si no existe gallega de GPS que te de las coordenadas ¿ que vas a esperar? Habrá que buscar las mañas para encontrarse, jugando a no buscarnos pero buscándonos, arremanguemosnos el pulover,  y ajustemos nos los boisegos y que sea lo que tenga que ser, o sera la misma nada.

Después de todo lo que fuimos y de tanto pisar en falso supe que  "el tiempo acepta fracasos y todo tiene un final", pero para volver a empezar "que coincidan nuestras ganas faltara..."

 "Dejando que el viento te haga volar... " volverás a cruzarte con un caso Florencia, con la cara cambiada y otra vida acuestas.
Tengo la horrible costumbre de muchas aveces olvidar lo que debería recordar y recordar lo que debería haber olvidado, por eso repito el pasado, por eso insisto con los oídos tapados
Salgo a buscarte con la adrenalina hecha piel, se muy bien donde hay que pisar... solo tengo miedo, por favor no me digas mas mentiras.

[Leer con esta música de fondo y después mirar el vídeo]

martes, 13 de agosto de 2013

Almanaques arrancados.


Lo mas flojo de dolor, es saber que va a volver. Cual boomerang que alguna vez quisimos desprendernos pero con tirarlo no es suficiente.

En cada cabeza funciona una mente siniestra que se empecina en traerte a la memoria aquel mal recuerdo, te obliga a tener que aprender a convivir con esa podrida sensación de miedo enfermo que nos dejo.

Sabe quien, por que será que el dolor petrifica el tiempo, hace pesada las agujas del reloj y el alba no aparece. Paradojas de la vida. Cuando uno anda de sonrisas pendulares se te escurren los minutos y no te alcanza el día para refregarle al mundo tu alegría.

Cada vez que vuelvo a los días tristes, los que quedaron sin color, desearía haberlos llorado mas, para no cargar con este dolor latente que me regalaron de prepo, sin pedírselo a nadie me lo regalaron... o me lo enchufaron mejor dicho y no me dijeron cual era la forma adecuada de usarlo y tampoco trajo fecha de vencimiento.

Intento mirar para adelante, de ver mas allá de las puntas de mis pies. Es ahí cuando te veo a vos, firme en mi ante brazo con todas tus ganas, aferrada y feliz, entrando al cine a ver una función de alguna película francesa, pero no soy capaz de detener ahí mi cabeza, vuelos fugaces de imágenes. Meto retrospectiva.Vuelvo sobre mis pasos...

Miro para adentro y caigo en aquellos días nuestros nada mas, donde no existía el miedo, esos ratos tan cotidianos y normales, viajando a "ningún lugar". Momentos en que la felicidad nos dejaba inconsciente, todo se reducía, se hacia minúsculo, solo vos y yo.

Parado en la distancia busco frenar en tu sonrisa, mis recuerdos vuelan y voy atrapando los mejores.
Imaginación incansable que me aleja y me acerca a vos, me abstraigo de todos y me quedo contigo.

Supongo que no fue tu culpa, que fue la solución que el destino encontró para ponerle un final, la manera mas elegante(o menos, depende de donde se lo mire) de hacerte partir, y regalarme a mi el martirio que nunca pedí.

El dolor fue mutando, inmediatamente fue bronca, pero en el fondo traía vientos de alivio y ahora me dejo con una cobardía ilimitada, tatuada en la piel, y en cada mirada.
Atrás quedaron almanaques arrancados de la pared y atrás fuimos quedándonos nosotros dos.

Es difícil, pero lo difícil se pone interesante y lo interesante resulta atractivo, habrá que seguir para adelante, sin detenerse "para llegar a ningún lugar, como hace el Tiempo".