martes, 13 de agosto de 2013

Almanaques arrancados.


Lo mas flojo de dolor, es saber que va a volver. Cual boomerang que alguna vez quisimos desprendernos pero con tirarlo no es suficiente.

En cada cabeza funciona una mente siniestra que se empecina en traerte a la memoria aquel mal recuerdo, te obliga a tener que aprender a convivir con esa podrida sensación de miedo enfermo que nos dejo.

Sabe quien, por que será que el dolor petrifica el tiempo, hace pesada las agujas del reloj y el alba no aparece. Paradojas de la vida. Cuando uno anda de sonrisas pendulares se te escurren los minutos y no te alcanza el día para refregarle al mundo tu alegría.

Cada vez que vuelvo a los días tristes, los que quedaron sin color, desearía haberlos llorado mas, para no cargar con este dolor latente que me regalaron de prepo, sin pedírselo a nadie me lo regalaron... o me lo enchufaron mejor dicho y no me dijeron cual era la forma adecuada de usarlo y tampoco trajo fecha de vencimiento.

Intento mirar para adelante, de ver mas allá de las puntas de mis pies. Es ahí cuando te veo a vos, firme en mi ante brazo con todas tus ganas, aferrada y feliz, entrando al cine a ver una función de alguna película francesa, pero no soy capaz de detener ahí mi cabeza, vuelos fugaces de imágenes. Meto retrospectiva.Vuelvo sobre mis pasos...

Miro para adentro y caigo en aquellos días nuestros nada mas, donde no existía el miedo, esos ratos tan cotidianos y normales, viajando a "ningún lugar". Momentos en que la felicidad nos dejaba inconsciente, todo se reducía, se hacia minúsculo, solo vos y yo.

Parado en la distancia busco frenar en tu sonrisa, mis recuerdos vuelan y voy atrapando los mejores.
Imaginación incansable que me aleja y me acerca a vos, me abstraigo de todos y me quedo contigo.

Supongo que no fue tu culpa, que fue la solución que el destino encontró para ponerle un final, la manera mas elegante(o menos, depende de donde se lo mire) de hacerte partir, y regalarme a mi el martirio que nunca pedí.

El dolor fue mutando, inmediatamente fue bronca, pero en el fondo traía vientos de alivio y ahora me dejo con una cobardía ilimitada, tatuada en la piel, y en cada mirada.
Atrás quedaron almanaques arrancados de la pared y atrás fuimos quedándonos nosotros dos.

Es difícil, pero lo difícil se pone interesante y lo interesante resulta atractivo, habrá que seguir para adelante, sin detenerse "para llegar a ningún lugar, como hace el Tiempo".

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